Domingo 18º TO: "Yo soy el pan que da vida"

01 Agosto 2021

Yo soy el pan que da vida. Llega el verano y con él las vacaciones, tiempo de descanso, tiempo de retomar fuerzas, de oxigenarse... Y tras un añito tan difícil y complicado como el que hemos tenido, no somos pocos los que estamos deseando de coger "carretera y manta" para irnos a algún lugar para ello.

Estamos necesitados de vida, de libertad, de felicidad, de alegría... Evidentemente no es el mismo ejemplo, pero el pueblo de Israel también estaba necesitado de todo ello en su tiempo de esclavitud, y durante el tiempo de desierto sentían que nuevamente sus vidas carecían de todo eso. Olvidaban que Dios los acompañaba en su camino. Que Dios les cuidaba, no a su ritmo, sino al ritmo de Dios. 

Hoy el Evangelio viene a recordarnos dos cosas muy importantes:

- Que Dios acompaña nuestras vidas, como ese Padre que cuida de sus hijos. Pero recordando: al ritmo de Dios, no al nuestro.

- Que necesitamos alimentarnos de lo que realmente nos llena de vida. ¿Por qué vamos buscando experiencias, mendigando amores, elaborando dependencias afectivas, llenándonos de cosas materiales... que sólo nos llenarán temporalmente pero después la sensación de vacío va a ser aun mayor? 

Aliméntate de Él. Aliméntate de quien te da VIDA. 

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (6,24-35):

En aquel tiempo, al no ver allí a Jesús ni a sus discípulos, la gente subió a las barcas y se dirigió en busca suya a Cafarnaún.
Al llegar a la otra orilla del lago, encontraron a Jesús y le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?»
Jesús les dijo: «Os aseguro que vosotros no me buscáis porque hayáis visto las señales milagrosas, sino porque habéis comido hasta hartaros. No trabajéis por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y os da vida eterna. Ésta es la comida que os dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.»
Le preguntaron: «¿Qué debemos hacer para que nuestras obras sean las obras de Dios?»
Jesús les contestó: «La obra de Dios es que creáis en aquel que él ha enviado.»
«¿Y qué señal puedes darnos –le preguntaron– para que, al verla, te creamos? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: "Dios les dio a comer pan del cielo."»
Jesús les contestó: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio el pan del cielo. ¡Mi Padre es quien os da el verdadero pan del cielo! Porque el pan que Dios da es aquel que ha bajado del cielo y da vida al mundo.»
Ellos le pidieron: «Señor, danos siempre ese pan.»
Y Jesús les dijo: «Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca más tendrá hambre, y el que en mí cree, nunca más tendrá sed.»