Dale vosotros de comer. ¡Cuántas veces queremos o hacemos lo que en un momento querían hacer los discípulos a todas las personas que acudían a Jesús: "despedirlos", "comprar", "no hay para todos"! Son los sinónimos de las posibles excusas que ponemos cuando hay algo/alguien que no nos interesa o molesta: que nos dejen en paz, que se busquen la vida, no se puede hacer nada...

Ante esta actitud, Jesús sólo tiene una frase que decir a sus discípulos, a cada uno de nosotros: "Dadle vosotros de comer". Es decir, no os desentendáis, acercaos a ellos, tomad de lo que tienen, de lo que son... es el milagro de la multiplicación de los panes. Sólo así habrá comida para todos.

Vivimos una etapa difícil, a raíz de esta pandemia, donde estamos viendo más necesidades, soledad, paro, injusticia... Preguntémonos lo que Jesús nos pide en este momento de nuestra vida y lo que podemos dar. Y no demos de lo que nos sobre, compartamos lo que somos. Éste es el verdadero sentido de la Eucaristía y la forma de hacerla visible y creíble a nuestro mundo de hoy.