De viernes a lunes hemos tenido en Piedralaves (Ávila) la convivencia de Semana Santa con niños de la etapa Francesco de las parroquias de Alcalá de Henares, Toledo, Alcorcón y Madrid. Tras varios años sin poder realizar esta actividad, nos hemos juntado 63 personas para vivir con mucha ilusión y ganas los días previos a la Semana Santa.

Desde el equipo de monitores, cocina y coordinación, teníamos muchos nervios porque todo saliese bien, ya que había muchos niños nuevos, y para la mayoría de nosotros era también nuestra primera convivencia con la Provincia franciscana de la Inmaculada, pero, aun así, gracias a todo el trabajo, y, sobre todo, a la ayuda del Señor, ha salido todo perfecto.

Desde el equipo de cocina hemos intentado cuidar al máximo a nuestros chavales y monitores, dando lo mejor de nosotros y viendo al Señor en todo nuestro trabajo y entrega; pero también desde la alegría de todos los niños y su cariño, ya que, a pesar de no haber estado en primera línea con ellos, nos llevamos de todos un regalo enorme. Y los monitores han puesto todo su esfuerzo para llevar al Señor a los más pequeños y hacer que lo pasaran muy bien.

Estos días nos han servido para acompañar al Señor en el inicio de la Pascua, con el domingo de Ramos, y para recargar pilas de cara al Triduo Pascual. Además, hemos podido volver al trocito de cielo que es Piedralaves. Los rincones de este sitio se han vuelto a llenar de emociones y felicidad, y ha sido de las experiencias más bonitas que hemos vivido en mucho tiempo. Después de estos años, lo hemos vuelto a llenar de ilusiones, sonrisas, abrazos y miradas de niños que nos transportan directamente al Señor, el que nos ha hecho que volvamos a nuestros hogares con los corazones llenos de su amor.

Sara y Ana, etapa Porciúncula, de Alcorcón (Madrid)