Domingo 4º Pascua: “Yo soy el buen Pastor”

25 Abril 2021

Yo soy el buen Pastor. Quizás nos pueda resultar difícil imaginarnos esta idea de pastor... Quizás nunca hayamos visto en vivo y en directo una oveja o un pastor... Tan metidos en tantas actividades, entre los ruidos de coches y semáforos, en la gran o pequeña ciudad...

Pero sabemos muy bien, porque somos inteligentes, lo que nos quiere decir el Evangelio. Sabemos que sólo hacemos caso de las personas importantes para nosotros: nuestros padres, mejores amigos... buscamos personas, frailes, hermanos, hermanas, que nos sepan acompañar en nuestra vida de fe. En definitiva, sabemos que necesitamos de guías para nuestras vidas, porque sabemos que a veces nos perdemos, a veces tropezamos, a veces nos olvidamos, a veces nos alejamos... Y buscamos personas que "huelan" a lo que hacen; como decía el Papa Francisco: un pastor tiene que oler a oveja. Todavía me acuerdo cuando en una convivencia fuimos con los niños a visitar una granja donde cuidaban ovejas y vacas... y del olor que trajimos a casa... Déjate guiar por el Pastor que cuida de sus ovejas, déjate ayudar y acompañar por las mediaciones que va poniendo en tu vida. Son fáciles de reconocer, sólo tienes que olerlos... 

Y en este domingo 4º de Pascua, celebramos también el Domingo de las Vocaciones, que este año la CEE nos ofrece el lema ¿Para quién soy yo? Buen día para poder responder a esta pregunta. Te dejamos el vídeo y canción que el grupo Hakuna ha hecho para esta jornada. Ojalá te animes a responder...

Lectura del santo evangelio según Juan 10,11-18

En aquel tiempo, dijo Jesús: "Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.

Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que al Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre."