Para manternerte informado

ACTUALIDAD

Bautismo del Señor: "Tú eres mi Hijo amado"

10 Enero 2021

Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto. Durante estos días, Jesús ha estado presente en nuestras vidas. Hemos esperado su nacimiento con mucho entusiasmo, hemos celebrado el día de Navidad con villancicos y alegría, hemos visto miles de imágenes del niño Jesús que nos ha recordado lo que estamos viviendo, hemos escrito nuestra carta y recibido nuestros regalos de sus majestades de Oriente que fueron a ofrecer también sus presentes a Jesús recién nacido guiados por una estrella... Y hoy, Dios te quiere recordar algo que que quizás hayas olvidado y que hoy nos repite a través de su Hijo Jesús: Tú eres mi predilecto

Desde el momento de nuestro bautismo, Dios no deja de repetirlo y de demostrarlo. En el bautismo celebramos nuestro nacimiento, y celebramos que Dios nos reconoce, no sólo como hijos de Dios, sino como su predilecto, su favorito. Para Él, así eres tú. No eres más del montón, no eres un número, ni un código de barras... eres tú, con tu nombre y apellidos, con tus cualidades y defectos, con tus agobios y tus dificultades, con tus sueños y alegrías... así te quiere y así te reconoce. 

Por eso, en muchas ocasiones, sobre todo cuando éramos más chicos, preguntábamos a nuestros padres y abuelos que quién era su favorito, y aunque siempre nos decían: Todos sois mis favoritos, sabíamos que había algo especial contigo. Igual ocurre hoy con Dios. Hay algo especial entre Dios y tú. 

Y ahora llega la gran pregunta: ¿qué implica que tú seas su predilecto, su preferido? ¿Sientes algo? ¿Te mueve a algo? ¿O, en realidad, te da igual?... Cuidado, porque aquí puede estar la clave de nuestra identidad como cristianos. Aún así recuerda: tú eres su predilecto

 

Lectura del santo evangelio según Marcos 1, 7-11

En aquel tiempo, proclamaba Juan: "Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo." Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto."